lunes, 26 de diciembre de 2011

TIM BURTON

Tim Burton
Antoine de Baecque
París, Cahiers du Cinéma, 2011
224 pp. - 35 €



Tim Burton, el objeto de estudio de esta obra publicada originalmente en 2005, revisada y actualizada en 2010 y ahora traducida al español, es un caso único en la historia del cine: en el siempre complicado equilibrio entre las ínfulas de autor y los imperativos de la gran industria hollywoodiense, o te mantienes totalmente al margen o te vendes irremediablemente. Pero como ha demostrado con cada una de sus películas, y como también demuestra al analizarlas todas y cada una el crítico Antoine de Baecque en este Tim Burton editado por Cahiers du Cinéma, el realizador norteamericano que comenzara trabajando para Disney y cuya estética se ha convertido hoy en una marca de fábrica reconocible en todo el mundo ha logrado conciliar ambas tendencias sin tener que ceder ni un ápice. Es decir: en lugar de amoldarse al mundo que le rodea, ha logrado que el mundo se amolde a él. Ahí es nada.


El mundo siniestro de Tim Burton


A diferencia de otros libros de Cahiers, como Eastwood on Eastwood o Scorsese on Scorsese -que, como sus títulos indican, se construyen a partir de las declaraciones de los propios realizadores-, este Tim Burton es un análisis crítico personal por parte de un ex jefe de redacción de la mítica revista francesa y autor de estudios de realizadores galos como Jean-Luc Godard, François Truffaut o Maurice Pialat, que a lo largo de más de doscientas páginas lujosamente ilustradas recorre la carrera profesional del realizador, desde sus comienzos como ilustrador en Tarón y el caldero mágico hasta su polémica adaptación de Alicia en el País de las Maravillas.


Poe + Price + Burton = Vincent


Así, el primer capítulo del libro, titulado "El niño vidente", De Baecque relata la infancia del joven Tim en Burbank, que es la de un niño inadaptado que busca refugio en la fantasía más siniestra, aquella que le ofrecían los cuentos de Edgar Allan Poe, las películas de terror de la Universal, los filmes japoneses protagonizados por Godzilla... y muy particularmente los largometrajes en los que participaba aquel actor tan elegantemente inquietante que fue Vincent Price. Una admiración la que sentía por el intérprete que llevaría al realizador a contar con aquel primero en el cortometraje Vincent -un rendido homenaje a Price tanto como un relato autobiográfico- y después en Eduardo Manostijeras, en la que el actor interpretó al creador del protagonista, encarnado a su vez por Johnny Depp... futuro actor fetiche del cineasta.


Pee-Wee Herman protagonizó el primer film de Burton


En el segundo capítulo, "Un mundo emergente", De Baecque se centra en los primeros pasos de Burton como realizador: esto es, los cortometrajes Vincent y Frankeenwie -este una revisión de la inmortal novela de Mary W. Shelley protagonizada por un perro resucitado por su joven dueño- y la fallida La gran aventura de Pee-Wee, su largometraje de debut y una de sus películas menos redondas, construida a mayor gloria del otrora popular cómico, luego caído en desgracia, Pee-Wee Herman.


Bitelchús: se empieza a definir lo burtoniano


A partir de este punto y salvo muy contadas excepciones, cada epígrafe estará dedicado a cada uno de los largometrajes siguientes realizados por Burton, todos ellos ya de más enjundia: un buen ejemplo es Bitelchús, un encargo de la Warner que parecía hecho a su medida, y donde el realizador empieza a definir su personalidad temática y visual, al mismo tiempo que colabora por primera vez tanto con Michael Keaton (que será su Bruce Wayne / Batman en dos ocasiones) como con Winona Ryder (con la que repetirá en la citada Eduardo Manostijeras).


Burton dirigiendo a Batman (Michael Keaton)
y Catwoman (Michelle Pfeiffer)


Precisamente a estas películas están dedicados los tres capítulos siguientes... Se le agradece al autor del libro, particularmente en los dos capítulos dedicados al Hombre Murciélago creado por Bob Kane, el detenerse en comentar los orígenes del proyecto (esto es, los cómics de DC) y la siempre lenta preproducción de unos largometrajes tan complicados como estos, en los que el interés del realizador choca con la intención de los productores y con las expectativas del público potencial. Así, y pese a que Batman y Batman vuelve gustaron a casi todo el mundo (la segunda resultó mejor recibida por la crítica, pero el éxito en taquilla de la primera fue brutal), Burton no quedó contento con las continuas intromisiones -sobre todo en el primer film- de la Warner.


Jack Skellington: otro alter ego de Burton,
pero esta vez animado


Posteriormente, De Baecque comenta Pesadilla antes de Navidad, un film que, paradójicamente (dado que como director lo firma el animador Henry Selick) se ha convertido en uno de los títulos que más generalmente se asocian al universo del realizador: no en vano los personajes son creación propia, y el enfrentamiento entre la Navidad (representada por el popular Santa Claus) y la festividad de Halloween (con el simpar Jack Skellington como rostro visible) resulta definitorio del modo en que Burton parece ver el mundo que le rodea.


Ed Wood: el cine dentro del cine según Tim Burton


A continuación se comentan dos filmes como Ed Wood y Mars Attacks!, que a pesar de ser, respectivamente, considerados como la que es posiblemente su obra maestra y uno de sus filmes fallidos, De Baecque las comenta con igual atención al detalle. Como ejemplo de la independencia crítica del escritor, llama la atención la sorprendente declaración de que el título de "el peor cineasta del mundo" que se le suele otorgar a Ed Wood Jr. se lo podrían disputar también realizadores tan consagrados como el citado Godard, Sam Peckinpah... ¡o el mismísimo Eisenstein! Lejos de compartir la opinión -que nos parece de lo más peregrina-, se le agradece a De Baecque su aparentemente insobornable discurso propio.


Burton y Johnny Depp, una pareja inseparable,
durante el rodaje de Sleepy Hollow


En el capítulo dedicado a Sleepy Hollow, que podría entenderse como el particular homenaje de Tim Burton al terror gótico, más concretamente a la factoría Hammer Films e incluso a la escuela italiana del terror capitaneada por Mario Bava, el texto se detiene en comentar también que por aquella época es cuando Burton prepara el fallido proyecto de llevar al cine el regreso de Superman -que años después realizaría Bryan Singer- con Nicolas Cage como protagonista. Igualmente, el realizador escribirá por aquel entonces el que todavía hoy es su único libro como tal: La melancólica muerte de Chico Ostra.


Big Fish: la película más luminosa de su realizador


Pese a su gran personalidad como crítico, De Baecque opina como la mayoría respecto de El planeta de los simios en versión Burton: es su peor película. Muy diferente resulta Big Fish, a pesar de ser un proyecto que casi surge como un encargo: su adaptación de la novela de Daniel Wallace es uno de sus filmes mejor acabados, y aun siendo personal resulta más accesible a un público alejado de sus constantes temáticas y visuales.


El actor favorito y la pareja de Burton en Sweeney Todd:
una asociación mortal


Acto seguido, Burton regresa a esas mismas constantes: por un lado, volverá al mismo mundo gótico y siniestro de Sleepy Hollow tanto en su nueva aproximación a la animación stop motion con La novia cadáver como en su musical Sweeney Todd, esta última también una de sus mejores películas, y donde el director consigue aprobar con nota en un género particularmente complicado. Antes y después de realizar estos trabajos, Burton filmará dos adaptaciones de otros tantos clásicos literarios infantiles: Charlie y la fábrica de chocolate de Roald Dahl y Alicia en el País de las Maravillas (y su continuación, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí) de Lewis Carroll. En ambas, como en las dos cintas previas, Burton contará con la colaboración del que es ya su inseparable actor fetiche, Johnny Depp, que ya interprete al siniestro Sweeney Todd o a personajes tan alocados como Willy Wonka o el Sombrerero Loco se ha convertido en el alter ego oficial del propio Burton delante de la cámara.


Tim Burton dirigiendo a su particular Alicia


El presente volumen se cierra con un breve texto acerca de la condición de Burton como cineasta político, así como las inevitables filmografía y bibliografía de turno. Antes de ello, un apasionante recorrido por la obra de Tim Burton, que para la ocasión se acompaña de un sugerente material gráfico donde destacan, además de los fotogramas de los filmes que se comentan, diversas fotografías de las principales influencias estéticas de Burton y un gran número de ilustraciones originales del propio cineasta, que hacen de este Tim Burton todo un catálogo de sueños y pesadillas surgidos de la mente de uno de los directores de cine si no mejores, sí más personales e inconfundibles del panorama internacional. Lo que no es poco, desde luego.


(+) Para saber más:











lunes, 12 de diciembre de 2011

El cine, según Mariano Sánchez Soler

Anatomía del crimen. Guía de la novela y el cine negros
Mariano Sánchez Soler
Madrid, Reino de Cordelia, 2011
256 pp. - 18,95 €

Manual esencial del guión cinematográfico
Mariano Sánchez Soler

San Vicente, Editorial Club Universitario, 2011
102 pp. - 13 €



Sánchez Soler, un hombre de letras... y de cine


Mariano Sánchez Soler es, ante todo, un escritor vinculado al género negro. Su producción literaria no se circunscribe únicamente al mismo -de hecho, ha publicado varios libros de poesía-, pero aquellos que siguen su obra de ficción, suponemos que empujados también por su labor como periodista de investigación y ensayista acerca de cuestiones políticas y sociales de la España de nuestro tiempo, lo reconocen de inmediato como el autor de novelas como Carne fresca, Festín de tiburones, La brújula de Ceilán, Nuestra propia sangre o la trilogía de los inspectores Pulido y Galeote recogida en el volumen Grupo antiatracos.




Pero, además de todo esto, en su currículo figura también su labor como docente en el Centro de Estudios Ciudad de la Luz de Alicante. Y es que si a Sánchez Soler le gusta la literatura, no es menos cierto que le apasiona tanto o más el cine. Y es por su labor como escritor acerca del medio que le convocamos hoy para dejar constancia de la aparición de sus dos últimos libros, dedicados en su totalidad o en parte al séptimo arte.


Las amistades peligrosas: Raymond Chandler y Billy Wilder,
abocados a la Perdición



El más reciente, y también el más atractivo de los dos, es Anatomía del crimen, que acaba de publicar Reino de Cordelia y que, como su subtítulo ("Guía de la novela y el cine negros") indica, no limita su objeto de estudio al arte cinematográfico. Pero dado que esta es la cuestión que nos ocupa en esta página, nos limitaremos a dejar constancia aquí de que el libro incluye también ensayos dedicados a escritores de novela negra, por otra parte la mayoría vinculados también artística o profesionalmente al cine, como Raymond Chandler, Jim Thompson, Chester Himes, Donald Westlake, Ed McBain o, ya dentro de nuestras fronteras, Francisco García Pavón, Andreu Martín, Francisco González Ledesma o Manuel Vázquez Montalbán.


Samuel Fuller y su Perro blanco


Pero pasemos al apartado puramente cinematográfico: lejos de rendir pleitesía a los acercamientos más canónicos dentro de la historiografía y la crítica del cine negro, Sánchez Soler dedica el primer capítulo estrictamente cinematográfico no a una de las figuras intocables del género, sino a uno de sus más radicales los francotiradores, así como uno de los cineastas más outsiders que jamás trabajaron para Hollywood (y alrededores): Samuel Fuller. Desde Manos peligrosas a Perro blanco, pasando por Corredor sin retorno, El kimono rojo o Muerte de un pichón, el también escritor y guionista al mejor postor Fuller demostró no venderse a nada ni a nadie, e hizo de su ideario moral y estético un estandarte que blandió siempre contra viento y marea; esto es, contra intromisiones de la productora y/o presupuestos irrisorios.


Sean Connery, detective avant la lettre por obra de Umberto Eco


Sánchez Soler también dedica artículos más generalistas al cine policíaco: "De qué hablamos cuando decimos 'cine negro'" es, pese a su brevedad, un texto luminoso en tanto que didáctico que recorre el género desde sus mismos orígenes hasta muestras heterodoxas como El nombre de la rosa de Umberto Eco o ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, títulos señeros en la medida en que dieron lugar a películas tan populares como la adaptación de la primera protagonizada por Sean Connery o la emblemática Blade Runner de Ridley Scott.


Santos Trinidad sentencia: No habrá paz para los malvados


También merece atención el capítulo dedicado a nuestro cine negro, aparentemente un erial pero lo suficientemente constante como para decir aquello de que haberlo, haylo. Desde las muestras tempranas que firmaron Julio Salvador e Ignacio F. Iquino a comienzos de los años 50 hasta la reciente No habrá paz para los malvados, obra maestra absoluta de Enrique Urbizu, pasando por películas a reivindicar como la popular El crack, La verdad sobre el caso Savolta, la inquietante y muy personal Las horas del día, 25 kilates, Flores negras, la soberbia Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto o varios de los filmes de Mariano Barroso, quizá el único (junto con Urbizu) que presenta una cierta constancia dentro de las coordenadas del género.


El Halcón Maltés: para muchos, el nacimiento del cine negro


Destacar, para terminar la glosa de este volumen, que el libro en cuestión se cierra con una muy útil recopilación de apéndices, entre ellos una filmografía de adaptaciones literarias ordenadas alfabéticamente, de A pleno sol de René Clément a Zodiac de David Fincher. Tampoco hay que dejar de lado el constatar que Anatomía del crimen presenta con un suculento apartado gráfico, en muchas ocasiones con imágenes de clásicos incontestables del cine negro como Perdición, El Halcón Maltés, El sueño eterno, La jungla de asfalto, El abrazo de la muerte o Retorno al pasado... que hacen de la acción de ojear el libro todo un deleite para la vista. Pero leerlo lo es todavía más.




Señalábamos antes la labor como profesor que Mariano Sánchez Soler desempeña en el Centro de Estudios de Ciudad de la Luz de Alicante, adscrito a la Universidad Miguel Hernández de Elche. Fruto de esta labor docente, que le ha llevado a analizar profundamente un gran número de producciones audiovisuales, es este Manual esencial del guión cinematográfico, publicado por ECU y del que se señala que "ha sido elaborado para mostrar la esencia del guión cinematográfico como escritura narrativa. Tiene un objetivo docente. Es un texto directo, sin subterfugios, que desvela los ejes que mueven el proceso de la escritura cinematográfica, y sirve para introducirnos en su ejercicio".


"Rosebud...": el inicio de Ciudadano Kane


Difícil decir más con menos palabras: efectivamente, en apenas cien páginas, su autor desglosa los conceptos centrales del guion de cine, desde lo que es un plano o una secuencia, a recursos esenciales de la narración (algunos puramente audiovisuales, otros no) como la elipsis, el fundido o el encadenado. A continuación trata todos los aspectos susceptibles de suponer una dificultad al autor primerizo que se propone escribir por vez primera un guion, como el establecimiento de la idea central frente a la historia o el tema, el diseño de los personajes, la inevitable escaleta o los siempre complicados diálogos.


Unas palabras susurradas al final de Lost in Translation


Como manual pedagógico que es, el presente volumen aporta un par de anexos, uno de ellos firmado por el dramaturgo (y guionista y realizador) David Mamet y el otro un ejercicio a partir del relato de Ernest Hemingway Los asesinos, que inspirara un par de películas brillantes firmadas por Robert Siodmak (Forajidos) y Don Siegel (Código del hampa).


El soberbio arranque de Forajidos adapta a Hemingway


Estos breves apéndices, junto a los ejemplos y las ilustraciones que acompañan al texto (de Ciudadano Kane a Lost in Translation, pasando por 2001. Una odisea del espacio, Chinatown, Veredicto final o Único testigo), hacen de este Manual esencial del guión cinematográfico una muy útil herramienta para todo aquel que quiera introducirse en la maravillosa (y nunca suficientemente valorada) labor de guionista cinematográfico.